jueves, 4 de septiembre de 2008

Preinscripción

Lo que antes era un pequeño hall, se ha convertido en un gran salón de baile, y aunque lleves la invitacion en tu mano, sientes que fue un error, y que tu no estas invitado. Todos tiene su pareja, y tu una vez mas te sientes abandonado. Te agarras a la columna mas desierta y esperas a que llegue tu turno. Te acostumbraste a ser tan grande en tu colmena que al salir al exterior te has dado cuenta que eres un insignificante puntito mas en el mundo. Cierras los ojos esperando que todo pase, pero la mala noticia es que todo esto no ha hecho mas que comenzar.

Suspiras, y sigues adelante, no te que otra.

Miras alrededor buscando algo que te resulte familiar, pero acabas mareado y terminas por sentarte para poder aclarar tus dudas, nadie te dijo que el camino fuese facil, pero tu horrible cabezoneria te hizo entrar en ese laberito donde no encuentras la salida, mejor dicho, donde no quieres encontrarla.

Llega tu turno, ese inauduble pitido de carniceria señala que te toca a ti. Sueltas la columna y sales a pista. Has pasado de tener un nombre a ser un simple número, y de una señada dan por finalizado el comienzo de algo que ni si quiera sabes que coño sera.

Ni si quiera te dejan bailar, porque no vas acompañado.

Quizas en la proxima vuelta te den esa oportunidad. Mientras tanto, espera en casa que vuelvan a llamarte.

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